El Azkar apuesta por once lucenses para permanecer en Primera
- El ex jugador Diego Ríos es, a sus 27 años, el entrenador más joven de la Liga.
- El vestuario cuenta con tan sólo tres jugadores de fuera de Galicia.
- El equipo ha abandonado el último puesto tras golear al Cartagena en casa
Como ovejas en medio de lobos. En la mejor liga del mundo de fútbol sala, Azkar Lugo responde a la crisis con una de las apuestas más locales de la historia de este deporte. Un entrenador de la casa de 27 años, Diego Ríos, 10 jugadores de la provincia, tres gallegos y otros tantos de fuera de la Comunidad son los ingredientes de un proyecto arriesgado como pocos, pero hermoso como ninguno.
La afición ha respondido en mayor medida que el año pasado. La hinchada es consciente de que los Vinicius, Lorente, Riquer, Fernandinho, Matamoros, Adri, Toni y demás estrellas son cosa del pasado. Ya no habrá finales de Copa ni títulos europeos. Tras vencer por goleada a un rival directo como Reale Cartagena, el equipo abandona la última plaza de Primera división. Ahora, el orgullo del eterno Prone afronta el reto de su vida.
"Tenemos tres jugadores de fuera de Galicia, yo digo de broma que son nuestros extranjeros", comenta el entrenador lucense Diego Ríos, el más joven de la Liga, refiriéndose a Aramburu, Juanpe y Kiko. "En el vestuario se habla gallego", apuntilla un técnico que siente los colores de su equipo como pocos. Y es que, pese a su corta edad, Ríos ha sido cocinero antes que fraile. Desde cadetes hasta el primer equipo de Azkar vistió su camiseta. De entrenador, nadie le ha regalado nada: "He pasado por todos los banquillos de todas las categorías del club en estos nueve años".
Ahora, le llega la oportunidad de su vida para tratar de hacer el más difícil todavía. Ríos no tiene miedo. "Estoy muy tranquilo y animado. Creo que la salvación se va a decidir en los partidos con rivales de nuestra misma liga". En un vestuario en el que hay futbolistas mayores que él, el técnico lucense afirma sentirse "respetado y querido". Uno de los objetivos ya se ha logrado: "Cumplir con la gente al 100% para que puedan entrenarse con tranquilidad".
El Azkar practica mucho mejor fútbol sala del que dice la clasificación. "Hemos tenido mala suerte", comenta Ríos, cuya filosofía se basa en un principio: "Tener el balón". El gallego ha aprendido mucho de técnicos como Pablo Prieto, Pulpis y también de uno de los principales responsables del proyecto, su presidente, Manolo Vázquez. Sin embargo, un nombre que refleja un estilo de fútbol sala acude a su cabeza como un relámpago: Tino Pérez Moreno.
Toda la estructura de la Escuela de Fútbol Sala Terra está representada en el primer equipo de Azkar. En las gradas, en la cancha y, cómo no, en el banquillo. Diego Ríos ha querido llevarse a todo el cuerpo técnico que estaba con él en Segunda B al desafío de Primera división. "Si logramos la permanencia se lo dedicaré a mucha gente: familia, amigos, jugadores, pero me acordaré también de ellos, por aceptar subirse a este barco".
El transatlántico de antaño ha dejado paso a la balsa de hoy. Corren tiempos difíciles para la inmensa mayoría de clubes de fútbol sala. El Azkar ha decidido asirse a sus valores fundamentales para navegar en medio de la tormenta. El Prone podrá naufragar y morir en el intento, pero también cabe la opción de alcanzar una isla desierta. Aquélla en la que viven los que confían en sus profetas. Aquélla en la que gobierna la más pura de las felicidades; haber alcanzado la gloria con los tuyos.
